sábado, 26 de octubre de 2024

VIGÉSIMO TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

 27 de octubre de 2024.
Lecturas: Jeremías 31:7–9. Hebreos 7:23–28. Marcos 10:46–52

El Señor, Jesucristo, nos abre los ojos a Dios y nos lleva a su presencia

    Como lo hizo con el ciego Bartimeo, así también el Señor, Jesucristo, tiene misericordia de ti. Con su Palabra del Evangelio, “te está llamando” a Sí mismo, a “cobrar ánimo”, a levantarte y vivir por fe en su perdón. Él abre tu corazón y tu mente para que veas y conozcas a Dios correctamente en Él y para que lo sigas “en el camino” de la cruz y hacia la vida eterna (Marcos 10:49–52). 

    “Él puede salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios”, porque es el gran Sumo Sacerdote, que se ofreció a sí mismo “una vez para siempre” como sacrificio por los pecados. Puesto que resucitó de entre los muertos y fue “exaltado sobre los cielos”, “tiene su sacerdocio inmutable, porque permanece para siempre” y “vive siempre para interceder” por su pueblo (Heb. 7:24-27). 

    Junto con eso, reúne a los hijos de Dios en torno a sí mediante la proclamación de su Evangelio, incluso “desde los confines de la tierra”. En su misericordia los llama, junto a las aguas del Santo Bautismo, “a un camino recto en el que no tropezarán”, a la vida eterna (Jer. 31:8-9).

domingo, 20 de octubre de 2024

VIGÉSIMO SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

20 de octubre de 2024.
Lecturas:  Eclesiastés 5:10-20. Hebreos 4:1-13 (14-16). Marcos 10:23-31

Por la pobreza voluntaria de Cristo entramos en el Reino de Dios

    Amar y confiar en las riquezas terrenales es vanidad. Porque nada de esta tierra dura para siempre, ni nada de lo que hay en ella puede dar vida eterna (Ecl. 5:10). Pero el que confía en Dios está “ocupado de alegría en su corazón” y puede dormir en paz, “ya ​​sea que coma mucho o poco”, porque sabe que los “días de su vida” son “don de Dios” (Ecl. 5:12, 18-20). 

    El que confía en las riquezas no puede dormir, porque “no tomará nada para llevar en su mano por su trabajo” (Ecl. 5:15). Por lo tanto, es difícil “que los que tienen riquezas entren en el reino de Dios” (Mr. 20:23). De hecho, es imposible para el hombre, pero “todo es posible para Dios” (Mr. 20:27). 

    Así, el Hombre Rico, Jesucristo, se ha hecho pobre y ha pasado por “el ojo de una aguja”, por la muerte y la tumba, “para entrar en el reino de Dios” en nuestro lugar (Mr. 20:24-25). Él es el “gran sumo sacerdote que traspasó los cielos” (Heb. 4:14), para que ahora podamos entrar en su reposo sabático por la fe en su perdón (Heb. 4:3-9).

domingo, 13 de octubre de 2024

VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

13 de octubre de 2024.
Lecturas: Amós 5:6–7, 10–15. Hebreos 3:12–19. Marcos 10:17–22

Cristo Jesús es el único bien por quien se hereda la vida eterna

    El Señor es el Autor y Dador de vida, así como un fuego consumidor de juicio contra todos “los que afligen al justo, los que aceptan soborno y hacen desviar a la puerta al necesitado” (Amós 5:12). “Busquen al Señor y vivan”, por lo tanto, aborreciendo el mal, amando el bien y haciendo lo que es justo y correcto, según Su Palabra. 

    “Y así Jehová, Dios de los ejércitos, estará con vosotros” (Amós 5:6, 14-15). Comprenda que “nadie es bueno sino sólo Dios” (Marcos 10:18). La vida que estás llamado a vivir no se encuentra ni en tus “grandes posesiones” ni en tus buenas obras, sino sólo en Cristo Jesús. Deja ir “todo lo que tienes” y síguelo, incluso hasta la muerte, y “tendrás tesoro en el cielo” (Marcos 10:21-22). 

    No endurezcáis vuestro corazón contra su voz, ni os alejéis de él, para que no os “alejéis del Dios vivo”. Más bien, escuchen y presten atención a su llamado, aferrémonos a su Palabra y “exhortaos unos a otros cada día”, para que podáis permanecer firmes en Cristo y “firmes hasta el fin” (Heb. 3:12-15).


PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

30 de noviembre de 2025, Lecturas: Isaías 2:1-5. Romanos 13:11-14. Mateo 21:1-11 o Mateo 24:36-44 El Señor viene con mansedumbre y humildad ...