29 de junio de 2025.
Lecturas: 1 Reyes 19:9b-21. Gálatas 5:1, 13-25. Lucas 9:51-62
Los mensajeros de Cristo proclaman su reino.
Cuando el profeta Elías se desanimó y perdió la esperanza de vivir, «la palabra del Señor vino a él» (1 Reyes 19:9b) y lo colocó «en el monte delante del Señor» (1 Reyes 19:11). El Señor se dio a conocer al profeta, no con el impresionante poder de vientos huracanados, ni en un terremoto, ni en el fuego, sino con «el sonido de un suave susurro» (1 Reyes 19:12).
Hoy Dios se nos revela a través de la predicación del Evangelio. El Hijo del Hombre envía mensajeros delante de él... para prepararle el camino (Lucas 9:52). Poniendo manos a la obra en la predicación, van y proclaman el reino de Dios sin mirar atrás (Lucas 9:60, 62).
Lo que predican no es el poder de la Ley con su yugo de esclavitud, sino el poder de Dios para salvación mediante el Evangelio del perdón, por el cual Cristo nos liberó (Gálatas 5:1).


