sábado, 28 de junio de 2025

TERCER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

29 de junio de 2025.
Lecturas: 1 Reyes 19:9b-21. Gálatas 5:1, 13-25. Lucas 9:51-62

Los mensajeros de Cristo proclaman su reino.

    Cuando el profeta Elías se desanimó y perdió la esperanza de vivir, «la palabra del Señor vino a él» (1 Reyes 19:9b) y lo colocó «en el monte delante del Señor» (1 Reyes 19:11). El Señor se dio a conocer al profeta, no con el impresionante poder de vientos huracanados, ni en un terremoto, ni en el fuego, sino con «el sonido de un suave susurro» (1 Reyes 19:12). 

    Hoy Dios se nos revela a través de la predicación del Evangelio. El Hijo del Hombre envía mensajeros delante de él... para prepararle el camino (Lucas 9:52). Poniendo manos a la obra en la predicación, van y proclaman el reino de Dios sin mirar atrás (Lucas 9:60, 62). 

    Lo que predican no es el poder de la Ley con su yugo de esclavitud, sino el poder de Dios para salvación mediante el Evangelio del perdón, por el cual Cristo nos liberó (Gálatas 5:1).

sábado, 21 de junio de 2025

SEGUNDO DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS

22 de junio de 2025.
Lecturas: Isaías 65:1-9. Gálatas 3:23-4:7. Lucas 8:26-39

Jesús libera de las ataduras del pecado, la muerte y el diablo.

    El Señor encuentra a quienes no lo buscaron ni lo pidieron. Extiende sus manos “a un pueblo rebelde” (Is. 65:2) y los llama a ser su pueblo y a morar en paz en su santo monte (Is. 65:9). Porque dondequiera que Jesucristo entra, Satanás es expulsado. Quienes fueron esclavizados y enloquecidos por los asaltos y acusaciones del diablo son liberados por la Palabra de Cristo.

    Él ahoga y destruye al viejo Adán en nosotros con las aguas del Santo Bautismo, y así nos saca de la muerte a la vida. Ya no estamos desnudos en nuestra vergüenza, viviendo entre los sepulcros (Lucas 8:27), sino que somos llevados a la casa del Señor, completamente revestidos por Cristo; Él ha venido en la plenitud de los tiempos (Gálatas 4:4) para cumplir la Ley en nuestro nombre y redimirnos de toda acusación. 

    Por lo tanto, habiendo sido justificados por su gracia mediante la fe en su Evangelio, ya no eres esclavo, sino hijo (Gálatas 4:7).

viernes, 6 de junio de 2025

EL DÍA DE PENTECOSTÉS

8 de junio de 2025.
Lecturas: Génesis 11:1-9. Hechos 2:1-21. Juan 14:23-31

El Espíritu Santo da paz

    Tras el diluvio, los descendientes de Noé no se expandieron ni llenaron la tierra como Dios había dicho. Más bien, se exaltaron a sí mismos; con “un solo idioma y las mismas palabras” (Gén. 11:1), hablaron con orgullo y arrogancia. El Señor los humilló confundiendo “el idioma de toda la tierra”, dividiendo y dispersando a la gente (Gén. 11:9). 

    Esa dispersión se revirtió el Día de Pentecostés (el quincuagésimo día de Pascua), cuando Dios hizo que el único Evangelio del Señor Jesucristo se predicara en una multitud de idiomas. “Al oír este estruendo, se juntó la multitud” (Hechos 2:6), pues la predicación de Cristo es la obra principal del Espíritu Santo, mediante la cual reúne a personas de todas las naciones en una sola Iglesia. 

    El Espíritu Santo enseña y nos recuerda las palabras de Jesús, que son las palabras del Padre que lo envió. Estas palabras otorgan perdón y paz a quienes las guardan y se aferran a ellas por amor a Jesús. “La paz les dejo, mi paz les doy. Yo no les doy como el mundo la da. No se turben ni tengan miedo” (Juan 14:27).

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO

30 de noviembre de 2025, Lecturas: Isaías 2:1-5. Romanos 13:11-14. Mateo 21:1-11 o Mateo 24:36-44 El Señor viene con mansedumbre y humildad ...