REFLEXIÓN DEL 5°DOMINGO DE PASCUA
2 de mayo de 2021
Lecturas: Hechos 8: 26–40. 1 Juan 4: 1–11 (12–21). Juan 15: 1–8.
“Jesucristo es la vid verdadera que da mucho fruto en nosotros”
De esta manera, “permanecemos en él y él en nosotros”, y “nos amamos unos a otros” (1 Juan 4: 2, 7, 13). Tal amor divino se ejemplifica en la predicación de Felipe de "las buenas nuevas acerca de Jesús" al eunuco etíope. Y cuando “llegaron a un poco de agua”, el eunuco fue bautizado en el mismo Evangelio que Felipe había predicado (Hechos 8: 35–38).
Ese etíope fue injertado así en "la vid verdadera", Jesucristo (Juan 15: 1), tal como somos. Ya estamos limpios por la Palabra que Cristo nos ha hablado y por el lavamiento del agua con Su Palabra. Ahora permanecemos en Él por fe en Su perdón. Mientras Él permanece en nosotros, tanto en cuerpo como en alma, con Su propio cuerpo y Su sangre, Él “da mucho fruto” en nosotros (Juan 15: 3-5).
https://www.lcms.org/worship/lectionary-summaries
No hay comentarios.:
Publicar un comentario