2 de junio de 2024.
Lecturas: Deuteronomio 5:12–15. 2 Corintios 4:5–12. Marcos 2:23–3:6
Cristo Jesús es el reposo que permanece para el Pueblo de Dios por siempre.
El Señor sacó a los hijos de Israel de Egipto "con mano poderosa y brazo extendido", para darles descanso (Deut. 5:15). Por lo tanto, cuando les mandó "observar el día de reposo", significaba no hacer "ningún trabajo", sino descansar en Sus obras (Deut. 5:12, 14).
Así ha venido el mismo Señor, Jesucristo, en carne para cumplir la Ley y convertirse en nuestro reposo sabático. Como David "entró en la casa de Dios", y no solo "comió el pan de la presencia" sino que "también lo dio a los que estaban con él" (Marcos 2:26), el Señor Jesús entró en el Santo de los Santos como nuestro gran Sumo Sacerdote, para alimentarnos con Su carne como el verdadero pan de la Presencia de Dios.
Como "señor incluso del sábado", Él trabaja "para hacer el bien", para sanar y "para salvar la vida" (Marcos 2:28; 3:2, 4). Él nos saca del pecado y la muerte y nos da descanso en Su propio cuerpo crucificado y resucitado. Aunque se da "en vasijas de barro", la vida de Jesús se manifiesta así en nuestros cuerpos (2 Cor. 4:7–11).
https://www.lcms.org/worship/lectionary-summaries

No hay comentarios.:
Publicar un comentario