OCTAVO DOMINGO DESPUÉS DEL PENTECOSTÉS
18 de julio de 2021Lecturas: Jeremías 23: 1–6. Efesios 2: 11-22. Marcos 6: 30–44
El Señor Jesús pastorea Su Iglesia en la Tierra por el Ministerio del Evangelio
El Señor reprende y expulsa a “los pastores que destruyen y dispersan las ovejas” (Jer. 23: 1). Él reúne el rebaño, lo trae de regreso al redil y pone “pastores sobre ellos que los cuidarán” (Jer. 23: 3-4). Él levanta al Hijo de David, el gran Buen Pastor, para que “reine como rey y actúe con sabiduría” (Jer. 23: 5). Él es "nuestra justicia", en quien "habitamos seguros" (Jer. 23: 6).
Él tiene compasión de todos nosotros, que éramos “como ovejas sin pastor” (Marcos 6:34). No sólo nos enseña muchas cosas, sino que tomando el pan, bendice, parte y lo da a los discípulos “para que lo presenten al pueblo” (Marcos 6, 41).
Él provee abundantemente para Su Iglesia en la tierra, para que todos estén alimentados y completamente satisfechos en cuerpo y alma. Él les predica la paz “a ustedes que estaban lejos”, y “por la sangre de Cristo”, los acerca (Efesios 2:13, 17). Aunque fuiste “separado de Cristo” por tu pecado, “sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2:12), ahora “sois conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios” (Ef. 2:19).
https://www.lcms.org/worship/lectionary-summaries
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