18 de septiembre de 2022
Lecturas: Amós 8:4–7. 1 Timoteo 2:1–15. Lucas 16:1–15
El Señor es Rico en Su Gracia y Misericordia
Debido a que Dios, nuestro Salvador, “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo 2:4), insta “que se hagan súplicas, oraciones, intercesiones y acciones de gracias por todos los hombres”. (1 Timoteo 2:1).
Los cristianos deben orar así "sin ira ni contiendas", sino "vestirse de ropa decorosa, con modestia y dominio propio" (1 Timoteo 2:8, 9). Porque el Señor no se olvida de “los pobres de la tierra” (Amós 8:4). Se acuerda de ellos según la locura de la cruz. “Porque lo ensalzado entre los hombres es abominación delante de Dios” (Lucas 16:15).
Aunque tratamos de justificarnos “delante de los hombres”, Dios conoce nuestros corazones pecaminosos y nos llama al arrepentimiento (Lucas 16:15). Aunque “no seamos lo suficientemente fuertes para cavar” y “nos avergonzaremos de mendigar” (Lucas 16:3), Él nos justifica por Su gracia y nos da la bienvenida a Sus “moradas eternas” (Lucas 16:9). Más astuto incluso que “los hijos de este mundo” (Lucas 16:8), Él requiere que Sus administradores del Evangelio otorguen el perdón libremente.
https://www.lcms.org/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario