Propio 27- Ciclo A - 8 de noviembre de 2020
Lecturas: Amós 5: 18-24. “Que la justicia corra como las aguas”. Salmo 70. “Eres mi ayudador y libertador”. 1 Tesalonicenses 4: 13–18. “La promesa de la resurrección”. Mateo 25: 1–13. “Damas de honor sabias y necias”
EL EVANGELIO NOS PREPARA PARA LA
VENIDA DE NUESTRO NOVIO CELESTIAL
El Día del
Señor es “tinieblas, y no luz” (Amós 5:18, 20) para todos los que confían en su
propia justicia y piedad. El Señor no aceptará sus "holocaustos y ofrendas
de cereal", ni considerará sus "ofrendas de paz" (Amós 5:22). En
cambio, desea un corazón de fe que confíe en Él, que permita que “corra el
derecho como las aguas, y la justicia como un torrente constante” (Amós 5:24) en
el amor al prójimo. Para que las “lámparas” de nuestra vida ardan con tanto
amor, debemos estar llenos del “aceite” del perdón por medio de la fe en
nuestro Novio, Jesucristo (Mateo 25: 1–4). Por lo tanto, mientras esperamos su
venida, la sabiduría nos dirige “a los comerciantes” (Mateo 25: 9), es decir, a
los ministros de su evangelio. Por lo tanto, esperamos en el Señor y “nos
animamos unos a otros con estas palabras” (1 Tes. 4:18). Al despertar o dormir,
estamos preparados para encontrarnos con Él cuando Él venga "con un grito
de mando, con voz de arcángel y con el sonido de la trompeta de Dios", y
"estaremos siempre con el Señor" (1 Tes.4: 16, 17).
https://www.lcms.org/worship/lectionary-summaries
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