9 de julio de 2023.
Lecturas: Zacarías 9:9–12. Romanos 7:14–25a. Mateo 11:25–30
Jesucristo, nuestro Salvador, es nuestra verdadera paz y descanso.
Aunque hemos muerto con Cristo en el Santo Bautismo, y somos resucitados a una vida nueva en Él, encontramos “otra ley que hace guerra” en nuestro cuerpo y en nuestra vida, es decir, entre nuestro viejo Adán y el nuevo hombre (Rom. 7: 23).
Por el Espíritu de Cristo, “queremos hacer lo correcto”, pero no podemos hacerlo porque “nada bueno” habita en nuestra carne pecaminosa (Rom. 7:18). “Gracias sean dadas a Dios”, por lo tanto, “por Jesucristo nuestro Señor”, que nos libra de “este cuerpo de muerte” (Rom. 7:24-25). Nos regocijamos en Él, nuestro amable Rey, que viene “justo y salvador” (Zacarías 9:9).
Él habla paz a nuestros corazones asediados, y por Su sangre del Nuevo Testamento Él nos libra “del pozo sin agua” y nos devuelve a la fortaleza de nuestro Bautismo (Zacarías 9:10–12). Aunque estamos “trabajados y cargados”, Él nos llama a Sí mismo y da descanso a nuestras almas a través de Su perdón gratuito y completo (Mat. 11:28), no porque seamos “sabios y entendidos”, sino por la “gracia”. voluntad” de Dios Padre, a quien “el Hijo quiere revelar” en amor (Mat. 11:25-27).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario