REFLEXIÓN DEL 3º DOMINGO DESPUÉS DE LA EPIFANÍA

 

REFLEXIÓN DEL 3º DOMINGO DESPUÉS DE LA EPIFANÍA

(24 de enero de 2021)

LECTURAS: Jonás 3: 1–5, 10- 1 Corintios 7: 29–31 (32–35) - Marcos 1: 14-20

 

“El Señor nos llama a sí mismo al predicar el arrepentimiento en su nombre”

 Cuando "vino la palabra de Jehová a Jonás por segunda vez", enviándolo a predicar juicio contra la gran ciudad de Nínive, "Jonás se levantó y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová" (Jonás 3: 1, 3 ). Con esta predicación, la gente se arrepintió. Porque ellos “creyeron a Dios”, como Él les habló a través de Su profeta, “se apartaron de su mal camino” y se salvaron “del desastre que él había dicho que les haría” (Jonás 3: 5, 10).

San Pablo también advierte que “el tiempo señalado se ha acortado mucho” (1 Cor. 7:29). Por lo tanto, mientras vivamos en este mundo y lidiamos con él, no debemos aferrarnos a él, ni poner nuestra confianza en él, porque “la forma presente de este mundo pasa” (1 Cor. 7:31). Más bien, dé “su devoción absoluta al Señor” (1 Cor. 7:35).

 Cuando nuestro Señor Jesucristo venga y sea proclamado en el Evangelio, “el tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado” (Marcos 1: 14-15). Por lo tanto, todavía llama a los hombres y los envía a convertirse en “pescadores de hombres” con la red de ese Evangelio (Marcos 1:17).

https://www.lcms.org/worship/lectionary-summaries